El movimiento “Slow fashion” también conocido como “moda sostenible” ha nacido como una nueva forma de pensar y concebir la moda en pro de respetar más el medio ambiente al enfocarnos en prácticas éticas, tanto para trabajadores como para consumidores.
Conocer bien su concepto e importancia nos ayudará a mantener un respeto apropiado por el modelo de producción, siendo la moda sostenible el futuro del ámbito.
En este artículo te contamos todo acerca del término “slow fashion”, su importancia para el sector y los distintos beneficios que ofrece.
¿Qué es slow fashion?
El slow fashion o moda sostenible es un movimiento que busca reducir el impacto negativo de la moda en el medio ambiente y en las personas. Se trata de una alternativa al “fast fashion” o moda rápida, que se caracteriza por producir ropa de forma masiva y a bajo costo, con una duración limitada en el mercado.
El slow fashion promueve la producción de prendas de calidad, utilizando materiales sostenibles y técnicas de fabricación artesanales. Busca fomentar una moda más ética y responsable, en donde se valore el proceso creativo y se respete el trabajo de los diseñadores y artesanos.
Características de las marcas slow fashion
Entre las características principales del slow fashion, podemos destacar las siguientes:
- La confección de ropa se realiza a partir de materiales sostenibles de alta calidad como, por ejemplo, el algodón ecológico.
- Las prendas diseñadas se inclinan más a la atemporalidad en lugar de la modernidad.
- Normalmente se venden en pequeñas tiendas (locales).
- Son confecciones de origen, producción y venta local.
- En la mayoría de los casos, las piezas son fabricadas por encargo para disminuir la producción innecesaria.
Crecimiento de la slow fashion: de sus inicios a todo un movimiento
El movimiento slow fashion tiene sus raíces en la década de 1980, cuando se comenzó a explorar el impacto ambiental y social de la industria de la moda. Sin embargo, el término "slow fashion" en sí no se popularizó hasta la década del 2000, cuando comenzó a ser utilizado por diseñadores y activistas de la moda.
Kate Fletcher, del Centro para la Moda Sostenible, fue quien acuñó el término “slow fashion”, inspirándose en el movimiento de la “comida lenta” observando que también era necesario mantener un ritmo más “lento” en la industria de la moda.
Desde entonces, el movimiento slow fashion ha ido creciendo a medida que más personas se han vuelto conscientes del impacto negativo de la moda rápida. En lugar de seguir comprando prendas de moda que se descartan después de unos cuantos usos, los consumidores están buscando alternativas más sostenibles, como ropa hecha de materiales orgánicos o reciclados, o ropa de segunda mano.
Además, muchas marcas de moda también se han sumado al movimiento slow fashion, adoptando prácticas más sostenibles en su producción y abogando por la transparencia en su cadena de suministro.
A medida que el movimiento slow fashion ha ido creciendo, también ha surgido una variedad de sub-movimientos relacionados, como la moda ética, la moda justa, la moda circular y la moda consciente. Todos estos sub-movimientos buscan abordar diferentes aspectos del problema de la moda rápida, desde los derechos de los trabajadores hasta la eliminación de residuos.
El slow fashion en Latinoamérica
El slow fashion busca que como diseñadores de modas hagamos una retrospectiva y revaloricemos cada uno de los materiales o recursos de los que disponemos. Latinoamérica es una región que goza de muchos recursos y metodologías textiles, varias de ellas con una transcendencia ancestral, heredadas de generaciones.
Gracias al estupendo trabajo de distintos diseñadores, cada día estamos más enfocados en el concepto de moda lenta, en especial si prestamos atención a todos los conocimientos que fueron rescatados. Así valoramos la labor que cada comunidad realiza, consiguiendo un mayor beneficio tanto para comunidades como para el medio ambiente.
¿Por qué una moda sostenible? Fast fashion vs slow fashion
El concepto “fast fashion” busca crear prendas de forma rápida y en gran volumen. Para llegar a hacerlo, deja de lado las buenas prácticas comerciales enfocándose más en la productividad y los beneficios. Estas acciones provocan daños al medio ambiente y, en general, al ámbito de la moda.
Por otro lado, el concepto de “slow fashion” intenta reivindicar esa necesidad de vestirse y comprar ropa teniendo en cuenta un comercio justo entre los productores de prendas y el mismo consumidor al ofrecer prendas que duren a pesar del uso constante.
Beneficios de la slow fashion
Slow fashion ofrece varios beneficios en comparación con la moda rápida o fast fashion. Algunos de ellos son:
- Utiliza materiales sostenibles y de alta calidad que tienen un impacto ambiental menor en comparación con los materiales utilizados por la moda rápida.
- La moda sostenible promueve el consumo responsable, es decir, el consumo de prendas de manera consciente, pensando en la calidad y en la durabilidad de las mismas.
- Este movimiento también se preocupa por las condiciones laborales justas y seguras de los trabajadores en la cadena de producción.
- Finalmente, el slow fashion promueve la creatividad y el estilo personal porque las prendas no están sujetas a las tendencias pasajeras de la moda. Es decir, se enfocan en la calidad, la durabilidad y el estilo atemporal.
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